Thursday 27 December 2007

Complejo de Perseo

Situémonos en el 26 de enero de 2006, jueves. Como todas las noches de enero, esta era fría, una noche de esas que uno pasaría en casa mejor que en cualquier otro sitio. Yo lo habría hecho, pero hay fuerzas contra las que uno no puede luchar, entre ellas la de NGC 224, Andrómeda, que no es una galaxia espiral por casualidad. Complejo de Perseo, lo llamé.

Venía de matar a la infame Medusa, maldita gorgona embarazada cuya mirada a un punto estuvo de petrificarme. Agarrada su cabeza por las viperinas serpientes que tenía por cabellera, esa noche volé a lomos de Pegaso, lo único bueno que nacería de Medusa, más blanco que nunca y más rápido. El movimiento frenético de sus patas mientras volaba hipnotizó a quienes nos miraron. Algunos incluso se arrodillaron y suplicaron por sus vidas, ignorantes de que ese día sería benefactor de princesas y verdugo sólo por buena causa.

A lo lejos vi, qué belleza, a la futura madre de mis hijos, horriblemente encadenada a una roca junto al mar, toda desnuda, entregada contra su voluntad a Ceto, un despreciable monstruo marino. Mi enamoramiento, repentino pero sincero y profundo, me obligó a descender a la playa, donde hablé de mi amor a Casiopea y Cefeo para acabar rogándoles la mano de su hija. Las predicciones del oráculo de Amón les hicieron dudar hasta que les convencí de que mataría a Ceto y la haría libre para siempre.

Gracias a las propiedades de la cabeza de la gorgona, pude cumplir mi promesa: aquel monstruo quedó reducido a simple coral. Desaté a Andrómeda con la destreza que merecía el momento y nos habríamos casado entonces si Casiopea no hubiese prometido la mano de su hija al príncipe Agenor, que se presentó con su séquito interrumpiendo la boda. Pero mi amor no entendía de príncipes ni de séquitos y lleno de rabia petrifiqué a todos menos a Agenor, que renunció a Andrómeda, como debía.

Entonces, como si nada hubiese pasado, nos casamos felizmente y ahora vivimos juntos en el cielo del Norte.

Monday 24 December 2007

Atropello de un soneto con arritmia: El beso de dos cuarteros y dos tercetos.

Dos cuartetos unidos en papel.
Sigue leyendo y lo verás al punto:
cuarto y quinto versos forman conjunto

en este que les hace de motel.

Después un silencio por el difunto
(sin duda pereció por este asunto)
cuarteto que acaba de dar la piel.

Dañados los tercetos por aquello,
sufrieron el degüello de otro verso

que falta en éste de metro bello.

Y acabo con el trazo más disperso
mi redelbe y más odaso artopello.

Sunday 23 December 2007

Desprecio de luz de ayer

Hoy desperté embebido
en los rayos de luz de ayer,
rayos que me rasgan la carne
y me revientan los ojos.

Maldita luz de soslayo,
maldito ventanal,
maldito cielo raso de invierno.

Apenas puedo andar ahora
ni ver ni verte sin los ojos míos,
ni tocarte sin la piel que me protegía.
Apenas puedo ser yo mismo
desde que se abrió el día esta mañana.

Espero con el alma por escudo,
por piel, por ojos, por mí,
que cambie la luz o su rumbo,
que venzan los rayos de hoy,
los de siempre que nos unieron.

Wednesday 19 December 2007

Nume: El aborto

Archángelo.─ Vaillant, el aborto..., no sé.

Vaillant.─ No sabes... ¿qué?

A.─ No lo veo. No me parece bien.

V.─ ¿Puedo preguntar el porqué?

A.─ Esas criaturas. Me las imagino ahí, con los ojillos cerrados y me parece horrible que les arrebaten esa vida suya cuando todavía no son conscientes de ello.

V.─ Supongo que quien aborta tiene sus razones.

A.─ Sí, «soy demasiado joven» o «no puedo mantenerlo» o «tengo que estar centrada en el trabajo» o «no me da la real gana»...

V.─ ¡Para! También «no quiero tener un hijo fruto de una violación» o «no estoy preparada en ningún sentido para darle la vida que se merece» o «con los problemas que tiene va a sufrir sobremanera».

A.─ Es cierto, pero no me negarás que son más quienes lo hacen por temor o capricho.

V.─ No estoy seguro. Me parece que en realidad los comprendo.


A.─ No me jodas, ¿te gustaría que te lo hubieran hecho a ti?

V.─ Mi respuesta no sería parcial.

A.─ ¿Es que el bebé no debería tener parte?

V.─ No son bebés todavía.

A.─ Vale, como quieras, la criatura.

V.─ Pero, ¿qué parte? Como tenerlo en cuenta.

A.─ Dejándolo nacer.

V.─ Es decir, le damos parte quitándosela a la madre.

A.─ Todavía no es madre.

V.─ A esa persona.


A.─ No puedes obviar que ese feto será una persona en poco tiempo.

V.─ Entiendo lo que dices, pero si fueras una mujer y te quedases ahora, con tus espléndidos diecinueve, embarazada, ¿qué harías?

A.─ No sería parcial... pero esa situación es precisamente la que me hace no estar convencido.

V.─ Se te ve el plumero, Archángelo.

A.─ Que no esté convencido de su inconveniencia no quiere decir que me parezca bien. Que yo hiciera una cosa indebida, no la hace debida, precisamente.

V.─ Así que no vamos a concluir nada.

A.─ ¿Para qué? No serían más que opiniones.

V.─ La opinión es fundamental.

A.─ Está mal.

V.─ O no tanto.

Tuesday 18 December 2007

De los miles de millones de mujeres más bellas del mundo

La mujer guarda el misterio del amor;
yo voy enamorándome de todas
a ver si lo descubro,
pero caigo en sus garras almidonadas
y olvido la misión.

Una mujer es mi principio y otra mujer
será mi fin, cuando la vea lo sabré.
No lucharé para escapar de ella
seducido por la textura de su piel, muy suave,
que será mía hasta que ella quiera
y de otro cuando lleguen
las nuevas primaveras.

Con todo las adoro, las persigo
por el mar de mentiras donde navegan
con mi barco de papel.

Si naufrago, alguna me recogerá
para dejarme al tiempo en alta mar,
donde sobreviviré o no
hasta que venga otra o...
vuelva ella.

Wednesday 12 December 2007

Adivina quién mira

La crisálida es dorada
si la mira de reojo,
roja oscura cuando observa
su textura con enojo,

más si en ella no se fija
su color es blanquecino
y a la vida que contiene
le procura un negro sino.

¿Qué es?

Monday 10 December 2007

Recuerdo en color carne

No me permito olvidar
que sería nefasto
retirarle su estancia,
aunque fuera un segundo,
en mi mente
al recuerdo primero y al último de la
línea curva de tus pestañas negras...
a pesar de verla
en pequeñas dosis.
Se dibuja negra o azul
o negra pero, discúlpame,
prepondera la versión en color carne.
¡Carne, Matilde, mejor carne!

Saturday 8 December 2007

Nuestro mundo eficiente: Confesión previa

Archángelo.─ Vaillant, tú y yo, ¿somos la misma persona?
Vaillant.─ Sin duda, uno, como el Ser de Parménides.
A.─ ¿Por qué tenemos entonces nombres distintos?
V.─ Estás muy perdido, mi querido amigo. Archángelo es el nombre de nuestro conjunto; Vaillant su apellido.
A.─ ¿Tu nombre es un apellido?
V.─ No pienso repetirlo.
A.─ Interesante.
V.─ Sí...
A.─ Así que se desdobla... para...
V.─ Somos su pensamiento. Pero no se desdobla exactamente, no somos independientes.

A.─ No somos libres.
V.─ No el uno del otro, pero gracias a nosotros Archángelo Vaillant sí lo es.
A.─ Somos la libertad.
V.─ Touché.
A.─ Entremos en materia.
V.─ Eso.
A.─ ¿Por qué transcribimos nuestros pensamientos?
V.─ ¿Por qué no?
A.─ ¿Qué esperamos?
V.─ No lo sé exactamente. Tiene que ver con la lógica humana... y con la social.

A.─ ¿Acaso no son la misma lógica?
V.─ Mmmh... no.
A.─ Ya está el listo.
V.─ Hijo de puta.
A.─ :-0.
V.─ Ya vale.
A.─ ¿Sobre qué vamos a hablar?
V.─ Como vaya saliendo.
A.─ ¿Sin más?
V.─ O no.

Amor siamés (y IX)

Las pesadillas se suceden, tiene miedo a dormir, tiene miedo a encender el televisor, tiene miedo a contestar al teléfono y tiene miedo a abrir el buzón y recoger la correspondencia. La suerte está echada. Cada vez muere más gente del bando del amado. Hoy le duele especialmente el corazón.

Él observa la llegada de un soldado enemigo. Sabe lo que viene después. Los van asesinando uno a uno y ahora le toca a Él. Nada que hacer. Lágrimas. Ella siente la escena a miles de kilómetros, casi como si estuviera allí. No podrá olvidar esta fecha.

Llamada telefónica: «Dígame». La espera ha terminado, y la agonía. El amado ha muerto, la misión de rescate falló. Los que podían salvarlo fallaron. El perro está mejor, no tenía nada grave. No quedan lágrimas en sus ojos. No puede gritar. Cuelga. El encuentro utópico, las oraciones, las fantasías en el aire, nada, todo ha fallado. La espera eterna del que nunca retornará. El sol no correspondió como debía a la sonrisa de una amante esperanzada. Jamás le dedicará otra sonrisa. Se toma un flan y reza por su alma, a pesar de todo. No quiere vivir, pero no quiere abandonar la vida que le dio y quitó todo, que le dio y quitó a Él. Vivían en una cápsula. Él tenía la llave, pero la llevó consigo y ya no podrá salir. Finalmente se acostó y murió en la cama treinta años después, de artrosis en el alma. La ropa seguía en el suelo y los cubiertos y el trozo de flan del amado sobre la mesa. Sus nombres no importan. La historia se repite.

Friday 7 December 2007

Arcangelical

Me sentía, en uno,
serafín y querube,
observando su belleza.
No quería sino ser adlátere
de su piel;
con todo, la veía con lejanía
celestial superlativa,
y gritaba ab irato,
ab initio... ab aeterno.
Está lloviendo, lloviendo...
Toda el agua que cae
no podría esconder
la salobridad de las lágrimas
de aquel impúber soñador
que moría cada noche
al recordar la sonrisa,
aún entre principada y arcangelical,
de la creadora del instante a quo
de su futura sensibilidad.

Aunque todo el mundo sabe que lo angelical supera lo arcangélico como la omnisciencia supera nuestro entendimiento. Si no como Luz (bondad, belleza e inocencia), lo angelical es inefable.

Thursday 6 December 2007

Bajo la Luna

La silueta de tu cuerpo
la dibuja esta mirada,
que recorre enamorada
cada rasgo, cada curva;

unas curvas que recuerdo
cuando no estás a mi lado
con lamentos de posguerra
de una guerra sin soldados.

Porque estoy enamorado
de tu vida, de tu aura,
de la luz de tu mirada,
de tus versos cuando hablas,

de la forma de tus labios
que imagino retorcidos
con los míos una noche
de pasión... bajo la Luna.

Wednesday 5 December 2007

Amor siamés (VIII)

El cielo está nublado. Va a comprar un par de cosas. No tiene amigos, se apoyaban mutuamente y ahora los dos han caído. La simbiosis se ha roto. Ve a una pareja de ancianos paseando de la mano. No hablan, cada uno piensa en lo suyo, pero se quieren y se tienen, al fin y al cabo.

Cuando llega a casa saluda a una vecina. Le gustaría hablar con ella, contarle sus temores, pero seguramente ni siquiera le importen. Escribe una carta al amado, una carta que Él debería leer en su regreso. Le cuenta todos sus pensamientos, sus temores, su soledad. En realidad, más que para que Él la lea, la escribe para desahogarse, para no explotar en el momento final.

Él escribe otra carta. Se complementan. Conoce su destino, de modo que es una carta de despedida. Sabe que no la leerá, pero... la escribe para desahogarse, como ella.

Ya no ondean estrellas y bandas, que junto a la esperanza de los amados caen ineludiblemente sobre las húmedas, ásperas y finísimas arenas movedizas orientales.

El no está bien, apenas come y bebe. Solo piensa en Ella. No tiene nada más que hacer que alimentar su deseo de verla, de escucharla, de olerla, de probarla, de unirse a Ella.

El perro está enfermo, mañana lo llevará al veterinario, a Él si lo puede salvar. ¿Quién puede salvar a su amado?

No le apetece recoger la ropa y ésta se amontona junto con los platos sucios en el hogar que los vio construir un amor sincero, basado en la libertad y el respeto. Tiene frío, Él la hubiera calentado, la hubiera arropado y le hubiera susurrado algo bonito al oído. En la calle, una gélida brisa infernal acaba con serafines y querubines.

Tuesday 4 December 2007

Los elementos y el amor, más acrónimo

Con a de alondra de azul de oro...
El amor es para ti:
vital como el agua dulce,
... y eme de marco de la verdad...
pirógeno fuego añil,
redil como el aire al cuerpo,
la tierra de buena vid;
... con o de óbice al pensamiento...
mas yo que lo veo claro,
lo juzgo de muerte vil.
... y erre de recta al peor final.


Monday 3 December 2007

Sin su otra mitad

Sin la otra mitad suya,
le costó llegar a casa,
ni el alba en el horizonte...
ni siquiera media Luna.

Apoyado en la ventana
derecha del ventanal
observa calles vacías
de luz, de belleza y paz.

Entretanto se perciben
ruidos lejanos, quimeras...
y su otra mitad en pie.

Sunday 2 December 2007

Amor siamés (VII)

Se arregla, se maquilla, estrena falda y botas. Hoy va a salir, hoy paréntesis, hoy revolución. Quiere vivir y dibujar con silbidos fantasías en el aire. Lleva mucho tiempo encerrada en las cuatro paredes que vieron partir al amado hacia aquella olla a presión. Va a manifestarse contra la guerra que la intenta hundir, contra la guerra que arrestó a su amado. Contra la guerra que apagará su fulgor transformado ya en ascuas. Hoy no fumará tabaco. Vuelve a casa pero de nuevo recuerda melancólica esas noches en casa, con Él.

Observa un álbum de fotos. Lágrimas. Cena en silencio, con la mirada perdida. Mira por la ventana, el cielo azul deja ver la silueta de la luna. ¿Seguirá aguantando la bandera? ¿Seguirá aguantando el amado? ¿O quizá se haya podrido? ¿O quizá... o quizá...? Espera una nueva carta, la definitiva. Blanco o negro. Cara o cruz.

Él está todavía vivo, pero Ella no lo sabe. La recuerda, la añora, añora sus abrazos, sus caricias, su olor, su voz, su mirada, sus besos. No está solo. No están solos, en la puerta ronda un guardia sin compasión. No lo comprenden, no hablan su lengua. No saben que quiere, si es que quiere algo. Le gustaría poder llamarla y despedirse. Cree que no verá de nuevo el Sol, ni la Luna, ni a Ella.

Saturday 1 December 2007

Si con una hemos sufrido...

Si con una hemos sufrido,
qué no haríamos con dos.

España se hunde...
en el mar de lágrimas
de los que la lloran,
de los que lloran los veinte ene,
de los que lloran
la reclusión equina.

Si con una hemos sufrido,
qué no haríamos con dos.

España se agrieta...
en la sequía mental
de los que la provocan.
Y los que ponen la piel
del enemigo a secar
confunden el bien con el mal.

Si con una hemos sufrido,
qué no haríamos con dos.

No me hagan dos Españas,
que por la magia
pasan a cuatro,
por la misericordia
se vuelven ocho
y por la gracia de Dios
se hacen dieciséis...
más uno diecisiete,
que es número tan primo
como quien comenzare la división.

Si con una hemos sufrido,
qué no haríamos con dos.

España es la patria de todo español:
catalán, vasco, gallego,
vencedor o perdedor,
y cómo no de Pandereta,
del Rocío y nuestra Voz.

Si con una hemos sufrido,
qué no haríamos con dos.