Friday 23 November 2007

Amor siamés (III)

Sale de casa para dar un paseo. No sabe nada de Él, sólo que marchó a la guerra. No sabe dónde está. Si no lo matan matará; seguro que matará; seguro que morirá. Guerra, sangre, terror, sangre, guerra. Los faroles iluminan la calle, pero a Ella no la ilumina nadie. No cree en Dios. No cree nada, está vencida. Se cruza con un joven e imagina cómo será su vida. No tan triste como la suya, pero eso no importa.

Las hojas crujen en el suelo, los árboles parecen muertos. Se avecina un chubasco. Los pájaros no cantan, Ella es el corifeo. No quiere que canten. Quiere que pase el tiempo. No quiere morir, pero vivirá condenada por la vehemencia del amor, por la falta de calor. Hace frío. Llega a casa: el perro, las plantas, el flan, la chimenea. Se acuesta y cierra los ojos. Le gustaría ser arropada, esta noche soñará con el amado. Soñará que vuelve vivo, con liviano rencor, y coleando, con intenso amor.