Tuesday 29 January 2008

A la mujer huída

Probablemente el primer poema que jamás escribí, hace ya varios años, y se nota :-). Hoy por hoy, podría llamarse El eterno retorno.

Ardiente Sol en el atardecer
que allá te ocultas sin remedio humano,
ignorante del hado del gusano
que muere en los recuerdos del ayer.

Después de aquellas dos miradas rojas
frente a frente, furtivas, llameantes.
Después de nada ser ya como antes
te marchaste, cual de un árbol sus hojas.

¿Qué fue de aquellas jóvenes promesas?
¿Qué de aquellos momentos de tensión
devorando las rosas dulces fresas?

¿Qué de aquellos encuentros de pasión?
Ya no quedan, tal como tú, princesas.
Para mí ya se ha bajado el telón.

Archameda, esa noche, tiene 2 años

(Un post de silencio por ella.)

Saturday 26 January 2008

Amor de polvo y paja

Los espejismos indefinidos
de amores de polvo y paja
(que no es polvo enamorado
ni más acá de la muerte
),
se presentan firmes hasta los cimientos.

Como buenos espejismos
lo prometen todo, te invitan a todo,
te ofrecen todo... lo que tienen
y con más gracia lo que no,
lo que es de otros por siempre.

Pero cuando te quieres dar cuenta
vuelan más lejos que el polvo y la paja,
más alto que las plumas más ligeras
del ave que más alto llega.

Y tienen mala follá
estos espejismos,
que se creen a sí mismos
de tanto que se han visto...
y se gustan, ¡qué coño!

Thursday 10 January 2008

Por entre ti vivía

Má vlast está en peligro,
¿dónde viviré ahora?

En los disturbios de melancolía,
o en la barraca cutre de la melodía
de una canción que atora
lo que no es delirio
.

Má vlast está en peligro,
¿dónde viviré ahora?

En la barricada de los inocentes,
o en la absurda juventud decente
de una niña que adora
lo que no se ha escrito
.

Má vlast está en peligro,
¿dónde viviré ahora?

En la plaga del virus del miedo,
o en la falsa razón del albedo
de la Luz que me decora
lo que nunca olvido.

Friday 4 January 2008

¿Desventurado?

Bienaventurado quien abrazó
con pujanza,
en el candor de su piel
y en el foco de su ser,
la llamada salvadora;

yo, desheredado de mi
basta estrella,
no gocé de tal sazón,
lapso para contestar,
se cansó la Eternidad.