En la sala de espera
de la traición no prevista
hay un libro que habla de guerras perdidas
y dos revistas del corazón
rotas.
En la sala de espera
de la traición no prevista
están los que viven sin miedos de nadas
y los ciegos del encanto.
Mayoría.
En la sala de espera
de la traición no prevista
se inventan heridas que nunca se olvidan o curan
pero todas, todas, se curan u olvidan.
Menos mal que las heridas incurables pueden, en algún momento, ser olvidadas....
ReplyDelete¿Qué sería de nosotros sin el olvido?
¡Qué grandes verdades se ocultan tras tus versos! Magnífico.
ReplyDeleteUn beso MUYGRANDE :)
Hay heridas incurables que logran olvidarse.
ReplyDeleteQue hermosos tus versos (:
vaya con la sala de espera ... ;-)
ReplyDeleteLas heridas siempre se curan.
ReplyDeleteDisiento. O será que las mías están hecha de pasta blanda y nunca se hacen costra.
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