Sunday, 2 December 2007

Amor siamés (VII)

Se arregla, se maquilla, estrena falda y botas. Hoy va a salir, hoy paréntesis, hoy revolución. Quiere vivir y dibujar con silbidos fantasías en el aire. Lleva mucho tiempo encerrada en las cuatro paredes que vieron partir al amado hacia aquella olla a presión. Va a manifestarse contra la guerra que la intenta hundir, contra la guerra que arrestó a su amado. Contra la guerra que apagará su fulgor transformado ya en ascuas. Hoy no fumará tabaco. Vuelve a casa pero de nuevo recuerda melancólica esas noches en casa, con Él.

Observa un álbum de fotos. Lágrimas. Cena en silencio, con la mirada perdida. Mira por la ventana, el cielo azul deja ver la silueta de la luna. ¿Seguirá aguantando la bandera? ¿Seguirá aguantando el amado? ¿O quizá se haya podrido? ¿O quizá... o quizá...? Espera una nueva carta, la definitiva. Blanco o negro. Cara o cruz.

Él está todavía vivo, pero Ella no lo sabe. La recuerda, la añora, añora sus abrazos, sus caricias, su olor, su voz, su mirada, sus besos. No está solo. No están solos, en la puerta ronda un guardia sin compasión. No lo comprenden, no hablan su lengua. No saben que quiere, si es que quiere algo. Le gustaría poder llamarla y despedirse. Cree que no verá de nuevo el Sol, ni la Luna, ni a Ella.