Dos cuartetos unidos en papel.
Sigue leyendo y lo verás al punto:
cuarto y quinto versos forman conjunto
en este que les hace de motel.
Después un silencio por el difunto
(sin duda pereció por este asunto)
cuarteto que acaba de dar la piel.
Dañados los tercetos por aquello,
sufrieron el degüello de otro verso
que falta en éste de metro bello.
Y acabo con el trazo más disperso
mi redelbe y más odaso artopello.