La mujer guarda el misterio del amor;
yo voy enamorándome de todas
a ver si lo descubro,
pero caigo en sus garras almidonadas
y olvido la misión.
Una mujer es mi principio y otra mujer
será mi fin, cuando la vea lo sabré.
No lucharé para escapar de ella
seducido por la textura de su piel, muy suave,
que será mía hasta que ella quiera
y de otro cuando lleguen
las nuevas primaveras.
Con todo las adoro, las persigo
por el mar de mentiras donde navegan
con mi barco de papel.
Si naufrago, alguna me recogerá
para dejarme al tiempo en alta mar,
donde sobreviviré o no
hasta que venga otra o...
vuelva ella.